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UNA TIERNA... CABECITA |
LA TRISTE HISTORIA DE UNA
TIERNA... CABECITA
(Lease con paciencia y con pañuelo en mano)
Todo comenzó aquella madrugada en que mi madre, quien había estado esperando un bebé,
sentía un fuerte dolor en su vientre. Mis padres creían lo mejor, lo que para mí era lo
peor.
Tras haberse embarcado mis padres en el auto (junto conmigo) nos fuimos rápidamente al
hospital. Ahí fue atendida de inmediato. Para no aburrirlos más voy directo al grano.
Estaba en pleno parto. Yo grabando la invasión con mi cámara de video y mi padre...
bueno, se había quedado zeta por la hora. ¡De pronto! El médico empieza a gritar:
¡Esta saliendo!... ¡Esta dando a luz!... ¡Aparece!... ¡Le veo... la cabezaaaaaaa!. La
sorpresa fue tan grande cuando nos dimos todos cuenta de que había dado a luz... UNA
CABEZA. Mi madre lloraba y gritaba: ¡No es mi hijo! yo me di cuenta de que era mujer (a
pesar de la cabeza) porque si hubiera sido hombre lo primero que haría sería chupar
pezón... bueno. La niña, por ley, debía ser reconocida como de la familia --------. A
los 5 meses
aprendió a parpadear; a los 10 le creció un centímetro de cabello; al año y medio mis
padres se dieron cuenta que era niña. Aprendio a decir su nombre (Juan) y sabía
distinguir entre lo bueno y lo malo. ¡¡¡QUE NO PODIAMOS VERLE OTRA HABILIDAD QUE NO
PROVENGA DE SU CABEZA!! .. en fin.
Ya tenía 5 años cuando se estaba dando cuenta que era
una niñita rechazada por la sociedad; ¡pero si era una niña inteligente, bonita (de
cara), muy alegre y sociable.
Siendo una cabeza no más. ¡Y YO QUÉ HICE PARA AYUDARLA!.
¡NADA!. Me acuerdo cuando miraba por la ventana; veía a los demás niños corriendo por
la calle.
Fue entonces cuando ella recordó un viejo cuento que le narré una noche en que se
disponía a dormir en la caja de zapatillas. Era el de la Hada Madrina que podría
cumplirte tus deseos. Fue aquella noche de viernes cuando, al verme coger un libro de
cuentos para narrarselo al dormir, me dijo con voz humilde: "Quisiera alguna vez yo
coger un un libro de estos y leer los cuentos sola" a lo que yo respondí "Mira.
Pideselo al hada madrina y te lo concedera".
A la mañana siguiente, al despertar, mi hermana la cabecita me vino a despertar a la
cama.... {O_O} Mi sorpresa fue tan
grande cuando le vi sus... nuevos brazos. Su deseo se le había cumplido. Lo único que me
vino al corazón fue darle un abrazo enorme. Al hacerlo me puse a llorar... al sentir sus
brazos en mi espalda; Snif!. Una canción de la Jessica Simpson de fondo envolvió aquella
feliz escena. Compartimos un bonito día mientras mis olvidados padres se encontraban en
otro país. Cuando cayó la noche, a ella se le volvió a meter en la... -cabeza-... lo
del hada madrina. Fue entonces cuando, tras haberle leído el cuento y al verme caminar a
mi dormitorio, fue cuando pidió otra vez unas piernas para que pudiera caminar como yo. A
la mañana siguiente había llegado 18 minutos y medio más temprano, debido a que pudo
venir rápidamente a despertarme, ya que ahora... {O_0} Tiene piernas!
Qué felicidad!.
En ese momento estaban llegando mis padres del largo viaje.
Yo extendí mis brazos a darle un fuerte abrazo. Mi madre abre la puerta. Le doy un fuerte
abrazo ¡CUANDO DE REPENTE SE ASOMA A LA PUERTA MI MADRE DICIENDO: ¡Y tú que estás
haciendo aquí...
AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH UNA ARAAAAAAAAAÑÑÑÑÑAAAAAAAAAAAA!
- y de un pisotón -
PPPPPRRRRUUUUUUUUUNNNNNNNCCCCCCCCCCHHHHHHHHH
....
¡NNNNNNNNNNNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
- Una música de KoRn hizo de fondo en esta escena -
*****
Trato de recordar esos lindos días... cuando le contaba cuentos, jugaba a la
mímica con ella, conversábamos... snif! snif!
Pero bueno... he aprendido mucho de esto. Estudio y ando con una paralítica... y la
engaño con una hemiplégica (le digo la supergirl). Pero lo que vale es lo que viene
desde adentro.
Christian E. González C
Iquique - CHILE
(Un tío sensible que no
se fija en las apariencias)
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